Por Miriam Jasso
Vamos a hablar de lo que comunicamos con nuestros gestos, nuestros movimientos y ¡también en la forma en la que tocamos a los demás!
El tacto es parte de la comunicación no verbal, es cuando sobran las palabras y se puede expresar lo que sentimos.
Un fuerte abrazo, expresa lo que pensamos; que puede ser alegría, pasión, soldad, tristeza, desesperación, gusto, coraje, intimidad … a través del tacto comunicamos toda la sensibilidad.
Por lo mismo ¡hay que tener tacto para usar el sentido del tacto!, vamos a hablar de las cosas importantes que debes tomar en cuenta.
Piensa, a quien vas a tocar. Que relación hay con las personas que tocas; esto es básico, pues si tocas a alguien puedes hacer que se sienta cómoda o incomoda.
También deber analizar ¡donde vas a tocar! y ¡cual es la intención, cuanto dura, y que tan intenso es!
También analiza, el ¡tómalo de quien viene! … si te tocan, o tocas porque es parte de la profesión, me refiero a si es un doctor, una enfermera, un masajista.
O bien se puede manifestar la conducta táctil, en un entorno social, donde debemos ser educados y respetuosos; por ejemplo cuando tocamos a alguien para avisarle que su bolsa esta abierta.
La conducta táctil puede ser calida para proyectar amistad, como cuando alguien que te quiere mucho te llega a tocar la espalda, incluso el saludo llamado sándwich, muestra afecto, siempre y cuando no sea exagerado.
Lo que no debes hacer es:
Dar palmadas en la cabeza alas personas.
No toques el hombro, si no existe una relación de verdadera amistad, mucho menos tocar el cuello o nuca.
No toques o frotes la ropa.
No agarres o toques el cabello a menos que sea tu pareja, un hijo, un padre.
Las situación y circunstancias son básicas para que tomes tu criterio, sentido lógico y sepas que es lo más adecuado, empieza por pensar “haz y compórtate con los demás como quisieras que se comportaran contigo”
¿que imagen quieres proyectar?